Edema óseo: síntomas, tratamiento y prevención
El edema óseo es una lesión inflamatoria de la zona interna del hueso. El hueso contiene vasos sanguíneos, y ante un traumatismo puede provocar un sangrado y, por tanto, una acumulación de líquido inflamatorio. Este sangrado es lo que forma el edema óseo.
Las zonas más propensas a sufrir edema óseo son:
- Cadera
- Rodilla
- Tobillo: astrágalo y calcáneo
- Tibia
- Hombro
- Muñeca
Síntomas del edema óseo
El síntoma principal es el dolor localizado en la zona afectada, que se manifiesta con el movimiento. Según la localización y debido al dolor, puede disminuir el rango de movilidad articular.
Causas
- Traumatismo / contusión
- Sobrecargas óseas
- Fracturas
- Lesiones de cartílago
- Estrés óseo
- Infecciones
- Trastornos mieloproliferativos
- Osteoartritis
- Causa idiopática
Diagnóstico del edema óseo
El diagnóstico por imagen por excelencia es la resonancia magnética (RMN).
Esta afección no es visible en la radiología convencional.
Pronóstico
Suele estar presente entre 12 a 24 semanas. Pero, en ocasiones, la recuperación total del edema óseo puede oscilar entre 9 y 12 meses.
Tratamiento para el edema óseo
- Reposo relativo
- Descarga de estrés mecánico
- Aplicación de magnetoterapia
- Ejercicio acuático
- Ejercicio antigravitatorio
Recomendaciones para prevenirlo
- Alternar la dureza de la superficie para entrenar
- Utilizar un calzado estable
- Combinar carrera con actividades sin impacto
- Estiramientos
- Dieta completa y equilibrada
