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periostitis

Periostitis tibial, ¿solo en deportistas?

Se conoce como periostitis a la inflamación de la parte superficial del hueso. Es común que aparezca en la cara interna de la tibia (espinilla). Suele producirse en la zona próxima al tobillo, y en las dos piernas a la vez.

Los corredores son quienes más la sufren, tanto de velocidad como de resistencia, por el alto impacto la actividad. No solo se da en atletas profesionales, sino que “runners” habituales también pueden sentirla.

Síntomas

Notarás dolor durante la activad física en la cara interna de la tibia, pudiendo palpar la zona de dolor. Esta molestia suele ir aumentando conforme se continúa el deporte.

Además, puedes sentir rigidez o calambres al correr.

Causas de la periostitis

Las principales causas por las que se puede producir la periostitis tibial son las siguientes:

  • Peso: el peso corporal aumenta la carga y el impacto sobre huesos y articulaciones al correr.
  • Calzado inadecuado: ya sea por desgaste o por no adaptarse al pie del deportista.
  • Cambios de terreno: Variar de forma constante el terreno hace que las estructuras corporales no se adapten al mismo.
  • Sobreentrenamiento: realizar mucho deporte puede generar tensión muscular y provocar la periostitis.
  • Falta de reposo: ligado con el punto anterior, no descansar los tiempos óptimos entre entrenamientos puede provocar sobrecargas musculares.
  • Alteraciones biomecánicas: falta de movilidad en el tobillo, rodilla o cadera, excesiva rotación externa de esta última o falta de fuerza de ciertos músculos.

Diagnóstico

El diagnóstico de la periostitis suele acercarse mediante la palpación de la zona dolorida por parte del profesional sanitario. Puede palpar irregularidades (pequeños bultos) en la membrana externa del hueso.

Se debe confirmar a través de pruebas diagnósticas como una radiografía o una ecografía.

Tratamiento de la periostitis tibial

Si el dolor es intenso, la aplicación de calor puede aliviarlo temporalmente. Sin embargo, el tratamiento irá enfocado a paliar la causa que ha provocado la periostitis. En caso de sobrecargas, se recomienda disminuir la carga del entrenamiento.

Aumentar la movilidad del tobillo suele disminuir el dolor, aliviando las tensiones musculares.

Las ondas de choque se muestran efectivas a la hora de volver a la normalidad la membrana ósea (en caso de que esté irregular).

Cambiar de zapatillas, si es que esa ha sido la causa, puede ser una solución, así como correr por terrenos firmes pero no duros.

Además, puede ser interesante realizar un estudio de la pisada para cerciorarnos de que no está influyendo en el problema.